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Tradición, superstición y magia están ligadas desde tiempo inmemorial a las ceremonias del matrimonio. Aquí tienes 10 cosas que podemos hacer o evitar para atraer la fortuna.
Algo viejo, algo nuevo y algo prestado
La novia debe llevar algo viejo, que representa los lazos familiares que la acompañan para resguardarla de todo mal, algo nuevo que simboliza la esperanza por lo que vendrá, algo prestado por alguien que es o fue feliz, para traspasar la dicha, y el uso del color azul (un lazo, una liga, una medalla, una joya…) pues una superstición inglesa medieval identificaba este color con el amor verdadero.
Ramo de flores con intensa fragancia
Conviene que la novia lleve un ramo con flores o plantas de fragancia muy intensa como la flor de azahar. Ya en el antiguo Oriente la novia portaba el día de su boda guirnaldas de hierbas de aromas intensos para alejar a los malos espíritus.
Intercambio de anillos
El intercambio de anillos simboliza un amor sin final pues la forma circular representa lo infinito, la eternidad. Si son de oro se convierten en amuletos de longevidad y preservan de todo peligro, si son de plata protegerán de la infidelidad y el engaño. Hasta el día de la boda solo la novia debe llevar el anillo y si se cae al suelo el día de la boda, el matrimonio durará poco.
Lavarse la planta de los pies
Para anular la mala suerte o los efectos del mal de ojo si lo hubiera, los novios deben lavarse la planta de los pies con agua salada. Y, según un antiguo ritual de casamiento turco, para atraer la prosperidad, la novia debe meter las manos en un recipiente lleno de miel y aceite de oliva, la víspera del enlace.
Calzarse el pie derecho
Hay que empezar a calzarse por el pie derecho y meter en el izquierdo una moneda para atraer la riqueza y la prosperidad. La moneda se puede coser en el dobladillo del traje para que el dinero no falte en el matrimonio.
Joyas brillantes que dan suerte
Las joyas, mejor brillantes, circonitas o cristales que dan suerte y representan la pureza y la transparencia. Deben evitarse las perlas, símbolo lunar asociado al agua y a las mujeres, pues se cree que atraen la desgracia y las lágrimas. Mejor dejarlas para la luna de miel, pues son un amuleto de fertilidad.
Evitar mirarse al espejo
Una vez vestida, la novia debe evitar mirarse al espejo, ya que trae mal fario contemplarse como casada antes de estarlo. Tampoco el novio debe verla vestida así antes de su llegada a la iglesia o al juzgado.
Quemar ramas de romero
Quemar unas ramas de romero en la iglesia o el juzgado purifica el lugar y además procura la felicidad e incita al amor. Si no es posible, bastará con que los novios las lleven prendidas en alguna parte de su ropa.
Llevar velo
Esta tradición tiene varios orígenes según cuentan los expertos. Por un lado, el oriental lo une al sometimiento de la mujer ante el marido e incluso para ocultar el rostro femenino frente a un posible rechazo del prometido en un matrimonio concertado. Desde la antigua Grecia y Roma las mujeres que iban a casarse utilizaban el velo para protegerse de los males de ojo. Después, a lo largo del siglo XIX el Cristianismo impuso su utilización como un símbolo de pureza y virginidad de la novia de cara al matrimonio.
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