Ahora que recientemente hemos vivido esta fecha, la navidad, te voy a contar algunos datos curiosos sobre esta costumbre que tenemos en nuestro país.
Nuestra costumbre en España es empezar a poner el árbol de navidad en el puente de la Inmaculada Concepción, allá entre el 6 y 8 de diciembre, y lo dejamos expuesto en nuestro salón, o en la entrada de nuestra casa, o cada uno en el lugar más apropiado que han encontrado para colocar el árbol, hasta el día 6 de enero que es cuando damos por terminadas estas fiestas tan familiares.
¿Pero, sabes cuál es el Origen de los Árboles de Navidad?
El origen de los árboles de navidad está detrás de una bonita historia. En la época de los germanos, se creía que la tierra y los astros estaban sostenidos por un árbol muy grande al que llamaban, “divino Idrasil” o “Árbol del universo”.
Se decía que era tan grande que la copa del árbol llegaba hasta el mismísimo cielo, y sus raíces hasta lo profundo del infierno. Los germanos celebraban el solsticio de invierno decorando este árbol y bailando alrededor de él.
Algunos años después, San Bonifacio, mando quitar el roble de dios Odín y puso en su lugar el pino que representa el amor eterno de Dios, junto a él pusieron los adornos, manzanas y velas, y así quedaba representada la Santísima trinidad.
La tradición de poner árboles de Navidad se fue expandiendo hasta llegar a todos los lugares del mundo.
El primer árbol de navidad que se puso fue en 1605, en Alemania. A España llego algo más tarde esta tradición, empezamos a adornar estos árboles en 1870.
Con el paso de los años, la decoración de los árboles también ha ido evolucionando, hemos cambiado las manzanas y las velas, por ángeles, luces y una gran estrella en la punta de la copa.
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