La vida sexual puede verse afectada por numerosos aspectos de la vida de las parejas pues el estrés del día a día, los problemas del trabajo y otras cosas similares pueden disminuir la vida sexual de la pareja. Otras cosas como salidas románticas pueden aumentarla y hoy hablaremos de algo que da un vuelco a la vida de las parejas: las vacaciones y cómo estás afectan a la vida sexual.
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¿Qué Destruye la vida sexual en el día a día?
Hay muchos motivos por los que la vida sexual de una pareja puede verse afectada negativamente, pero los problemas más comunes que afectan a este asunto en las parejas suelen ser los siguientes. Para empezar, el estrés. Este, poco a poco, va corrompiendo a las personas y uno de muchos de los síntomas que da el estrés es la falta de apetito sexual.
Otro de los problemas que disminuyen el apetito sexual de las parejas es la falta de tiempo, pues entre trabajo, amigos, familia y en ocasiones niños no hay forma de encontrar tiempo para que la pareja pueda pasar tiempo juntos y logren, así, que el apetito sexual florezca. Además de que la falta de tiempo también genera estrés.
Falta de tiempo y estrés son solo dos de los problemas que pueden llevar a la falta de apetito sexual y por consecuencia a una vida sexual pobre, pero hay otros muchos motivos por los que el apetito sexual se puede ver disminuido o reducido a 0 y, ahora, te explicaremos por qué las vacaciones pueden mejorar el apetito sexual en las parejas.
¿Las vacaciones ayudan en la cama?
Se podría decir que si las vacaciones mejoran la experiencia en la cama y en la pareja en general, aunque hay casos en los que es justo todo lo contrario. Luego hablaremos de esto. Pero ahora vamos a centrarnos en por qué las vacaciones son beneficiosas para la vida sexual.
Cuando las parejas pueden disfrutar de unas vacaciones ellos solos, alejados de la rutina de siempre y de los problemas que ese mundo tiene, pueden permitirse deshacerse de los dos aspectos que matan el apetito sexual que mencionamos anteriormente y vivir por un poco de tiempo disfrutando el uno del otro sin nada que les moleste.
Además, las vacaciones suelen ofrecer un ambiente romántico y enternecedor que ablanda a las personas y las hace ser más flexibles, por lo que las discusiones también pueden disminuir. Pero también es cierto que no todas las vacaciones tienen que ser así y en ocasiones pueden resultar peor que si hubieran seguido como estaban.
La otra cara de la moneda
El problema de unas vacaciones en pareja reside en varias cosas, para empezar si la relación no está bien unas vacaciones no la van a arreglar y es probable que la perjudiquen más que otra cosa y otro de los problemas de las vacaciones en pareja es cuando no son en pareja y más bien son en familia.
Esto es sumamente negativo, en ocasiones porque más que tener un ambiente de relajación y disfrutar el uno del otro hay un ambiente de descontrol y desastre. Si es con amigos, las vacaciones estarán enfocadas en fiesta, si es en familia seguro que acaba habiendo roces y discusiones y si es con los hijos habrá de todo menos tiempo y relajación.
¿Cómo me decido?
Básicamente, para poder decidir si vas de vacaciones y qué clase de vacaciones haces, lo mejor será que sopeses los puntos buenos y malos del tipo de vacación, con quién las haces y si es un buen momento. Cuando hayas terminado de recopilar aspectos negativos y positivos, simplemente mira cuál de los valores pesa más.
